Cualquiera puede tener un daño en el corazón y en los vasos sanguíneos, pero estos problemas son más frecuentes y pueden presentarse a una edad más temprana en las personas con diabetes.
Si otras personas de su familia han tenido presión arterial alta, ataque cerebral o enfermedad del corazón, es posible que usted tenga genes que pueden ocasionar esos problemas. La probabilidad es aún mayor si tiene diabetes.
Nadie sabe exactamente por qué las personas con diabetes son más propensas a estos problemas. Estas son algunas causas posibles:
- Los niveles de grasa en la sangre tienden a ser mayores cuando los niveles de azúcar en la sangre son altos. Los niveles altos de algunas grasas en la sangre (en especial, colesterol LDL o colesterol “malo”, y triglicéridos) aumentan el riesgo de daño en los vasos sanguíneos y ataque cardíaco.
- La presión arterial alta, que es más común en personas con diabetes que en otras personas, también aumenta la probabilidad de enfermedad del corazón y ataque cerebral.
Cómo se produce el daño
Las arterias, los vasos sanguíneos que llevan la sangre del corazón al resto del cuerpo, son como tubos elásticos y flexibles. Las paredes internas de las arterias son resbaladizas para que la sangre pueda circular rápidamente.
Cuando en las paredes de las arterias empieza a acumularse grasa, estas se hacen gruesas y menos flexibles. El revestimiento de la pared de la arteria deja de ser resbaladizo y se vuelve pegajoso, lo que hace que se acumule más grasa. La acumulación de grasa obstruye y bloquea la arteria.
Cuando la arteria se bloquea, las partes del cuerpo que están más allá del bloqueo no reciben el oxígeno y los nutrientes que necesitan. Esto causa daños que pueden derivar en problemas de salud graves, como presión arterial alta, ataque cardíaco, ataque cerebral, daño en los riñones y flujo sanguíneo insuficiente a los brazos, las piernas y la cabeza.
Prevención de la enfermedad del corazón
Usted no puede cambiar el hecho de que tiene diabetes ni sus antecedentes familiares de presión arterial alta, ataque cerebral o enfermedad del corazón. Pero puede hacer muchas cosas para disminuir la posibilidad de tener problemas graves del corazón.
No fume ni use ningún tipo de tabaco. Si consume tabaco, deje de hacerlo. Es una de las medidas más importantes para disminuir la posibilidad de tener enfermedad del corazón y daño en las arterias. Las personas con diabetes que consumen tabaco tienen 20 veces más probabilidades de tener un ataque cardíaco o un ataque cerebral.
El consumo de tabaco también afecta la absorción y el uso de los medicamentos para la diabetes en el cuerpo. Esto hace más difícil controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Controle su presión arterial. Los resultados que obtiene al medirse la presión arterial indican dos cosas: cuánta presión hay en el corazón cuando bombea sangre (el primer número) y cuánta presión hay en la arteria cuando el corazón se relaja entre un latido y otro (el segundo número).
Para las personas con diabetes, la meta es mantener la presión arterial al menos por debajo de 140/90 y, en algunos casos, por debajo de 130/80. Mantener la presión arterial en estos rangos protege los vasos sanguíneos y el corazón, y ayuda a prevenir el ataque cerebral y el daño en los riñones.
Algunos medicamentos, como los inhibidores de la ECA (enzima convertidora de angiotensina), las medicinas con estatina para bajar el colesterol y la aspirina, pueden ayudar a prevenir los problemas del corazón, el ataque cerebral y otras complicaciones vasculares en pacientes con diabetes. Consulte con su médico o proveedor del cuidado de la diabetes si estos medicamentos son adecuados para usted.
Controle su nivel de azúcar en la sangre. El azúcar en la sangre está bajo control cuando los niveles se encuentran casi todo el tiempo en un rango seguro. Mantener los niveles de azúcar en la sangre bien controlados lo ayudará a proteger sus arterias. Colabore con su equipo de atención médica para encontrar la mejor manera posible de controlarlos.
Ejercicio. El ejercicio ayuda a tener arterias sanas, porque puede disminuir la presión arterial, ayudarlo a alcanzar o a mantener un peso saludable, reducir el colesterol “malo” (LDL) y aumentar el colesterol “bueno” (HDL). Para aprovechar al máximo el ejercicio, trate de hacer por lo menos 30 minutos de actividad al menos cinco días por semana.
Siga una dieta saludable. La misma dieta saludable que ayuda a manejar la diabetes ayuda a proteger sus vasos sanguíneos. Disminuya la cantidad de grasas en su dieta y coma alimentos con más fibra. Eso también lo ayudará a bajar el colesterol total, el colesterol LDL y los triglicéridos.