Aprenda sobre los problemas de nutrición durante el tratamiento contra el cáncer

¿Por qué puede ser difícil comer durante el tratamiento para el cáncer?

Muchas personas tienen problemas para comer y obtener suficiente nutrición durante los tratamientos contra el cáncer. El tratamiento contra el cáncer puede incluir quimioterapia, radiación, cirugía u otros tratamientos. Recuerde que personas que reciben el mismo tratamiento pueden responder de diferentes maneras. Usted puede tener:

Pérdida de peso.

Muchos de los efectos secundarios del cáncer y su tratamiento pueden causar una pérdida de peso no deseada. Si cambia un poco su dieta y sus hábitos alimentarios, es posible que pueda mantener su peso.

Fatiga.

Cuando está cansado, quizá no tenga ganas de comer o no tenga suficiente energía para comer. Está bien descansar cuando lo necesite y comer cuando se sienta mejor.

Estreñimiento.

Algunos tratamientos y medicamentos contra el cáncer que usted toma pueden causar estreñimiento. Caminar y hacer otras actividades físicas puede ayudar. Beber suficiente agua también puede ser útil. Usar el baño a la misma hora todos los días también puede ayudar.

Náuseas y vómito.

Estos efectos secundarios pueden hacer que comer sea desagradable. Trate de tomar sorbos de agua y otros líquidos claros a lo largo del día y comer pequeños refrigerios una vez que empiece a sentirse mejor.

Diarrea.

Trate de tomar líquidos claros. Cuando tenga ganas de comer, comience con pequeñas cantidades de alimento.

Pérdida del apetito.

Esto puede suceder si tiene otros síntomas, como náuseas o vómito. O puede ser un efecto secundario del cáncer en sí. Algunas personas pueden alimentarse mejor por la mañana. Pregúntele a su médico sobre medicamentos para tratar cualquier problema de alimentación que tenga, como las náuseas o la falta de apetito.

Llagas en la boca o la garganta.

Tal vez tenga dificultad para masticar o tragar. Trate de mantener la boca limpia y comer alimentos blandos. El médico puede sugerirle un enjuague bucal especial que quizá le ayude.

Aumento de peso.

Algunos medicamentos y tratamientos contra el cáncer, incluida la terapia hormonal, pueden dar lugar a un aumento de peso. Pregúntele a su médico sobre maneras de controlar el peso.

¿Cómo puede usted manejar la pérdida del apetito durante los tratamientos contra el cáncer?

Cuando recibe tratamientos contra el cáncer, es posible que deba cambiar sus hábitos de alimentación para obtener la nutrición que necesita.

• Intente comer una mayor cantidad de los alimentos que le gustan durante los días y las horas en que tenga buen apetito.

  Cuando no tenga ganas de comer sus alimentos habituales, pruebe alimentos diferentes de los que come normalmente. Las sopas o caldos claros y los alimentos suaves pueden ser buenas opciones.

• Coma alimentos saludables.

  Incluso si no le apetece comer, trate de comer alimentos que tengan proteínas y calorías adicionales. Estos alimentos pueden ayudarle a mantener la fuerza, apoyar su sistema inmunitario y prevenir la pérdida de peso. Pruebe alimentos ricos en proteínas, como carnes magras, productos lácteos, frutos secos, frijoles y productos de soya. Las frutas y verduras coloridas son ricas en vitaminas y nutrientes que pueden ayudar a que su cuerpo sane.

• Pruebe bebidas nutritivas fáciles cuando sencillamente no tenga ganas de comer.

  Puede tomar reemplazos alimenticios líquidos (como Ensure o Boost) para obtener más calorías y proteínas.

• Consuma comidas más pequeñas y refrigerios a lo largo del día.

  Establezca un horario para las comidas y los refrigerios, y haga planes para comer durante las horas en las que le resulte más fácil hacerlo. Trate de comer su comida principal temprano.

• Manténgase hidratado.

  Beba abundante agua, jugos y otros líquidos.

¿Qué ocurre si no puede comer lo suficiente?

Si tiene dificultad para comer, hable con su médico, enfermera o dietista. Ellos pueden sugerirle cambios en sus alimentos o en su dieta. O el médico puede sugerirle medicamentos que pueden ayudar. La mayoría de las personas pueden seguir alimentándose. Pero en casos poco comunes, es posible que necesite otras maneras de obtener nutrición, como una sonda de alimentación.