¿Qué es la enfermedad renal crónica?

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La enfermedad renal crónica (ERC) es una afección grave. Su médico puede ayudarle con los síntomas y a mejorar su calidad de vida. Tal vez incluso se pueda evitar que empeore la ERC.

¿Qué es la enfermedad renal crónica?

Los riñones eliminan los desechos y el exceso de líquido de la sangre. Dentro de los riñones, la sangre pasa a través de numerosos filtros diminutos. Estos eliminan los residuos que quedan después de que el cuerpo convierte los alimentos y las bebidas en energía.

Cada año millones de estadounidenses desarrollan ERC. Es posible que al principio no presenten síntomas. Pero a medida que la enfermedad empeora, los síntomas aparecen y se vuelven más difíciles de controlar. Esto puede provocar insuficiencia renal, y requerir diálisis o un trasplante.

Cómo se detecta la ERC

Los médicos solicitan análisis de sangre u orina para detectar la ERC.

Análisis de sangre para la ERC

Un análisis de sangre mide su tasa de filtración glomerular (TFG). Esta es la capacidad que tienen los riñones para filtrar la sangre en un minuto. Un nivel normal es superior a 90 mililitros por minuto (90 ml/min).

El médico podría monitorear su TFG durante varios meses. Si es demasiado baja durante 3 meses o más, es posible que usted tenga ERC.

Análisis de orina para la ERC

Cuando los riñones presentan daño, se acumula proteína en la orina. Esta es una señal temprana de daño renal. Significa que los riñones no filtran bien la sangre.

Es posible que el médico solicite una muestra de orina para verificar la presencia de proteína. Un nivel alto de proteína puede significar que tiene ERC.

Etapas de la ERC

La enfermedad renal se presenta en etapas, de la etapa 1 a la 5. Una etapa más alta indica un mayor daño.

Etapa 1

En la etapa 1, es posible que no sepa que tiene ERC. Aunque su TFG pueda ser normal, podrían presentarse otros signos de enfermedad renal. Estos signos pueden incluir la presencia de proteína en la orina, fatiga o hinchazón en las piernas y los pies.

Etapa 2

La etapa 2 es un poco más avanzada. Los riñones no funcionan tan bien como deberían. El médico puede comprobar esto al examinar su TFG. En la etapa 2, la TFG suele encontrarse entre 60 y 90 ml/min.

Es posible que no presente ningún síntoma de la enfermedad, pero con el tiempo puede producirse daño renal. El médico podría recomendarle cambios en el estilo de vida y otros tratamientos para frenar el avance del daño.

Etapa 3

La etapa 3 se divide en dos fases. En la etapa 3a, los riñones son menos capaces de filtrar la sangre. La TFG suele encontrarse entre 45 y 59 ml/min. Esto implica una pérdida leve a moderada de la función renal. Es necesario recibir tratamiento para frenar el avance del daño.

La etapa 3b representa una pérdida moderada a grave de la función renal. Durante esta fase, la TFG se encuentra entre 30 y 44 ml/min. Continúa el tratamiento para frenar el avance del daño.

Etapa 4

La etapa 4 es muy grave. Significa que los riñones ya no funcionan con normalidad. Se requiere tratamiento para filtrar la sangre. Por lo general, los médicos sugieren diálisis o trasplantes.

Etapa 5

En la etapa 5, los riñones no funcionan en absoluto. Se requiere diálisis para mantener a los pacientes con vida. Sin embargo, muchos pacientes siguen llevando una vida plena. Podría ser necesario hacer diálisis mientras se espera otro tratamiento, como un trasplante renal.

Algunas personas deciden no recibir diálisis ni un trasplante. En su lugar, reciben atención y apoyo que les ayudan a mantener la mejor calidad de vida durante el mayor tiempo posible.

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