Durante el embarazo, existe una pequeña probabilidad de que desarrolle diabetes gestacional, lo que hace que los niveles de azúcar en la sangre sean demasiado altos. Si bien es grave y debe controlarse y tratarse, usted puede disminuir las probabilidades de desarrollarla si se enfoca en mantener una alimentación saludable y practicar actividad física de manera regular.
¿Qué es la diabetes gestacional?
Durante el embarazo, los cambios hormonales pueden provocar un nivel alto de azúcar en la sangre y desencadenar la diabetes gestacional. Normalmente, a través de la hormona denominada insulina, el organismo traslada el azúcar del torrente sanguíneo a las células que la necesitan. Durante el embarazo, el aumento de peso y la producción de hormonas por parte de la placenta dificultan la tarea de la insulina. Esto puede generar niveles más altos de azúcar en el torrente sanguíneo.
Si bien aún no se sabe con exactitud por qué esto sucede solo en algunos embarazos, sí se conocen algunos factores de riesgo. Será más propensa a desarrollar diabetes gestacional si presenta las siguientes características:
- Tuvo niveles altos de azúcar en la sangre durante un embarazo anterior.
- Ya tuvo bebés cuyo peso al nacer fue de más de nueve libras.
- Está excedida del peso aconsejado.
- Tiene un pariente cercano con diabetes.
- Su grupo racial o étnico presenta mayor riesgo de desarrollarla (afroamericano, asiático americano, árabe americano, hispano/latino, nativo americano, isleño del Pacífico).
- Pertenecer a cualquiera de estos grupos no significa que tendrá diabetes gestacional, sino que sus probabilidades serán un poco más altas.
Cómo disminuir la probabilidad de desarrollar diabetes gestacional
A continuación, encontrará varias acciones que la ayudarán a reducir el riesgo.
Coma sano.
Tenga en cuenta que los tipos de alimentos que come impactan sobre el nivel de azúcar en la sangre. Su meta debe ser que el nivel de azúcar en la sangre no sea alto de manera habitual. Si presta atención a las opciones de alimentación, le será más fácil mantener su nivel de azúcar en la sangre dentro de un rango saludable.
Los alimentos que son ricos en carbohidratos refinados pueden aumentar el nivel de azúcar en la sangre. Algunos de estos alimentos son, por ejemplo, el pan blanco, las pastas, el arroz, las tortillas y los vegetales con almidón, como el maíz, los chícharos y las papas. Si bien los lácteos y las frutas forman parte de una dieta saludable durante el embarazo, si come demasiados productos lácteos endulzados, como yogures o helados con azúcar, agregará más carbohidratos a su dieta.
Los alimentos que no elevan demasiado el nivel de azúcar en la sangre incluyen proteínas y son, por ejemplo, la carne cocida, el queso, los frijoles o las lentejas y el tofu. También es recomendable elegir vegetales sin almidón, como los de hoja verde, la espinaca, el brócoli, el pimiento y la berenjena.
Recuerde que los momentos en los que come pueden ser igual de importantes quelos alimentos que come. Comer porciones más pequeñas y con más frecuencia, cada dos o tres horas, le ayudará a mantener estable el nivel de azúcar en la sangre. Trate de no saltarse comidas ni colaciones, incluso aunque no tenga hambre.
Haga ejercicio.
Estar activa físicamente siempre es importante para mantenerse saludable, en especial, si tiene riesgo de desarrollar diabetes gestacional. Hacer ejercicio ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre y a mantener un peso corporal saludable.
Incluso las actividades físicas simples, como una caminata ligera después de la cena, pueden ayudarla a regular el nivel de azúcar en la sangre. Converse con el personal médico o la enfermera partera sobre su plan de ejercicio físico para asegurarse de que haga la cantidad recomendada y segura para la etapa de embarazo que esté transcurriendo.
Controlar el peso
Si le han diagnosticado sobrepeso u obesidad, perder tan solo unas pocas libras puede marcar la diferencia. Recuerde que, mientras esté embaraza, siempre debe conversar con el personal médico o la enfermera partera antes de intentar perder peso.
Prueba de detección de diabetes gestacional
El equipo de atención le recomendará que se haga una prueba de detección de diabetes gestacional entre las semanas 24 y 28. Muchos de los síntomas de la diabetes gestacional, como orinar frecuentemente, son comunes a cualquier embarazo, por ello, es importante hacerse esta prueba incluso si no tiene ningún síntoma.
Afortunadamente, la prueba es sencilla. Se le pedirá que se realice como mínimo una prueba; probablemente, le pedirán que la repita. Dependerá del tipo de prueba que le realice el equipo de atención. La mayoría no requieren ningún tipo de preparación.
En el caso de algunas pruebas, se le pedirá asistir con algunas horas de ayuno antes de su realización. El equipo de atención le avisará si es necesaria alguna preparación. A continuación, encontrará un resumen breve de lo que puede suceder: Al llegar al laboratorio, tendrá que beber una botella de un líquido muy dulce. Luego deberá esperar sentada una hora y después le extraerán sangre para analizar el nivel de azúcar en la sangre. Si el nivel es normal, eso será todo. De lo contrario, tendrá que repetir la prueba luego de unos días.
Si necesita una segunda prueba, el proceso será un poco diferente. Deberá hacer un ayuno de ocho horas antes de realizarse la prueba: no podrá comer, beber, fumar ni hacer ejercicio intenso. En esta ocasión, le harán una extracción de sangre al llegar. Luego, beberá el líquido y le extraerán sangre cada hora durante tres horas. Si tiene un nivel de azúcar en la sangre demasiado alto, es probable que tenga diabetes gestacional.
Manejo del embarazo con diabetes gestacional
La mayoría de las mujeres con diabetes gestacional tienen embarazos y bebés perfectamente sanos, pero es necesario controlar de cerca esta enfermedad. El objetivo será mantener los niveles de azúcar en la sangre dentro del rango correspondiente. Esto implicará comer alimentos saludables y hacer ejercicio. También es probable que tenga que controlar su nivel de azúcar en la sangre y tomar medicamentos.
Si se enfoca en lo que está a su alcance, como llevar una dieta sana y hacer actividad física, seguramente disminuya el riesgo de desarrollarla. Sin embargo, a veces aunque haga todo lo que se espera, es probable que igual desarrolle diabetes gestacional. En ese caso, el equipo de atención estará a su disposición para apoyarla durante todo el embarazo y en la etapa posterior.
Es importante saber que la diabetes gestacional aumenta el riesgo de que usted y su bebé desarrollen diabetes en el futuro. Como siempre, asegúrese de seguir comiendo sano después del parto y de mantenerse siempre en comunicación con el personal médico. Si adopta estos hábitos en su rutina, correrá con ventaja en lo que respecta al manejo de su salud general a largo plazo.