La leche de transición es leche materna alta en proteínas que una mujer produce alrededor de 3 a 6 días después de que nace el bebé. Los senos (mamas) de una mujer son estimulados para producir la leche de transición al amamantar al bebé regularmente.
Los senos producen leche de transición después de un período de producción de calostro, el cual es un líquido amarillento, espeso y pegajoso que contiene importantes nutrientes y anticuerpos que necesita un bebé inmediatamente después de nacer. Después de que baja la leche de transición de la madre, ella suele notar un gran cambio en el volumen y el tipo de leche y un aumento en el peso y tamaño de sus senos.
La leche madura, que tiene más grasa y menos proteína que la leche de transición, comienza a ser producida aproximadamente entre 10 y 15 días después del nacimiento del bebé.