La intoxicación etílica ocurre cuando una persona consume una cantidad excesiva de alcohol. El alcohol puede deprimir o detener las señales nerviosas que controlan la respiración y el reflejo faríngeo que evita la asfixia. La intoxicación etílica es una afección grave que puede provocar un daño cerebral irreversible o la muerte si no se trata de inmediato.
Las señales de la intoxicación etílica incluyen:
- Vómitos. Una persona inconsciente podría atragantarse y asfixiarse por los vómitos.
- Confusión.
- Desmayo, coma, o incapacidad para despertar a la persona.
- Convulsiones.
- Respiración lenta: menos de 8 respiraciones por minuto.
- Respiración irregular: 10 segundos o más entre respiraciones.
- Baja temperatura corporal (hipotermia), piel azulada y palidez.
El nivel de alcohol en la sangre sigue subiendo incluso después de que la persona haya dejado de beber. El alcohol puede tardar alrededor de 30 a 90 minutos en entrar al torrente sanguíneo, circular por el organismo y provocar una intoxicación completa. La cantidad de tiempo depende de la rapidez con la que bebió la persona y en qué cantidad, junto con qué más hay en el estómago.
Beber café, caminar o dormir, o tomar una ducha fría no ayudará a revertir los síntomas de la intoxicación etílica. Siempre se necesita tratamiento médico inmediato si sospecha de intoxicación etílica.