Generalidades
Las várices son venas dilatadas e hinchadas debido a válvulas defectuosas en las venas o a debilidad en las paredes de las venas. Son comunes durante el embarazo, particularmente en mujeres con antecedentes familiares del problema.
Las várices generalmente se forman en las piernas pero también pueden afectar la vulva. Aunque las várices a menudo solo son una preocupación estética, pueden llegar a doler. En casos graves, pueden sangrar.
En el embarazo, el útero al dilatarse ejerce mayor presión en las venas que devuelven sangre de las piernas, y hace más difícil que la sangre salga de las piernas. (El peso adicional de fetos múltiples implica una carga aún mayor en las venas profundas de las piernas). Esto puede conducir a una acumulación de sangre que causa la hinchazón de una o más venas.
Si usted u otras mujeres de su familia han tenido várices, tome medidas de prevención y tratamiento que sean seguras durante el embarazo.
- Evite estar de pie y sentada por tiempo prolongado.
- Recuéstese de lado lo más posible. Esto alivia la presión de las venas de las piernas y permite una circulación normal de la sangre.
- Eleve las piernas siempre que sea posible. La gravedad ayuda a que la sangre regrese de las piernas.
- Use medias de compresión. Las medias de compresión hechas a medida están diseñadas para prevenir que la sangre se acumule en las piernas.
- Haga ejercicio en forma regular para mejorar la circulación de la sangre.
Solo en casos graves se tratan las várices con cirugía o medicamentos inyectables durante el embarazo.
Después del embarazo, las várices no siempre recuperan su tamaño normal.