Una disección aórtica es un desgarro entre las capas interiores y exteriores de la pared aórtica. El desgarro puede hacer que la pared se separe y se rompa, lo cual provoca sangrado potencialmente mortal y la muerte.
La aorta, al igual que todas las arterias, está compuesta de tres capas, las cuales están fusionadas. Si las capas empiezan a separarse, causa sangrado en el desgarro y alrededor de este. El sangrado ensancha el desgarro y hace que las capas se separen. Generalmente, una disección aórtica ocurre en la sección de la aorta que sale del corazón y se curva hacia abajo por el pecho.
La disección aórtica puede estar causada por aterosclerosis (endurecimiento de las arterias) y presión arterial alta; lesión traumática al pecho, como golpearse contra el volante del auto en un accidente; y afecciones que están presentes al nacer, como el síndrome de Marfan o el síndrome de Ehlers-Danlos.
Los síntomas suelen incluir dolor súbito e intenso en el pecho o la parte superior de la espalda. La disección aórtica suele requerir cirugía de emergencia para reparar el desgarro.