Un acceso de diálisis es un sitio que se crea en el cuerpo de una persona para que se puedan eliminar, filtrar y devolver al cuerpo sangre u otros líquidos durante la diálisis. La diálisis es un proceso que lleva a cabo el trabajo de los riñones sanos para las personas que tienen insuficiencia renal.
Antes de que se pueda comenzar la diálisis, el médico tiene que crear un acceso de diálisis. Para la hemodiálisis, el acceso es el lugar en el que se insertan las agujas de diálisis para enviar la sangre a la máquina de diálisis y de vuelta al cuerpo. En la diálisis peritoneal, el acceso es el lugar al que se conecta un catéter para que el líquido pueda salir del abdomen y volver a entrar en él.
Dependiendo del tipo de diálisis, el médico puede:
- Conectar una arteria a una vena, por lo general en el antebrazo. Esto se llama una fístula. Una vez que la fístula haya sanado, las agujas de diálisis pueden introducirse directamente en ella. Las fístulas tienden a ser más fuertes y menos propensas a infectarse que los injertos.
- Implantar un tubo (injerto) bajo la piel del brazo o de la pierna para conectar una arteria y una vena. Entonces se pueden introducir las agujas de diálisis en el injerto para hacer la hemodiálisis. Un injerto es una buena opción si la persona tiene venas pequeñas u otros problemas.
- Colocar un tubo (catéter) en el abdomen para la diálisis peritoneal.
Por lo general, el médico tiene que preparar el acceso de diálisis semanas o meses antes de que se necesite usarlo. Esto da tiempo a que el acceso sane. Si una persona necesita diálisis de urgencia, el médico puede crear un acceso temporal mediante la inserción de un catéter en una vena del cuello, de la parte superior del pecho o de la ingle.