Los moretones (contusiones) se producen cuando los pequeños vasos sanguíneos que se encuentran debajo de la piel se rompen o se desgarran, la mayoría de las veces por torceduras, golpes o caídas. La sangre se filtra hacia los tejidos que están debajo de la piel y causan un color negruzco y azulado que a menudo cambia de color, incluyendo negro violáceo, azul rojizo o verde amarillento a medida que el moretón se va curando.
La mayoría de los moretones no son graves y desaparecen por sí solos en el término de 2 a 4 semanas. A veces, la gravedad hace que se dispersen por el cuerpo. Por lo general, un moretón en una pierna tardará más tiempo en curarse que un moretón en la cara o los brazos.
Los moretones, la hinchazón y el dolor intensos que empiezan en un lapso de 30 minutos a partir de una lesión podrían significar una lesión más grave, como un esguince grave, una dislocación o una fractura.
La aparición repentina de moretones de origen desconocido o un aumento repentino de la frecuencia de aparición de moretones puede ser una señal de un tipo anormal de moretones que puede ser causado por efectos secundarios de un medicamento, un trastorno de sangrado o coagulación, o una afección médica.