Los glóbulos blancos se fabrican en la médula ósea y protegen al cuerpo contra las infecciones. Si se desarrolla una infección, los glóbulos blancos atacan y destruyen las bacterias, los virus u otros organismos que estén causando dicha infección.
Los glóbulos blancos son más grandes que los glóbulos rojos y, normalmente, inferiores en cantidad. Cuando una persona tiene una infección bacteriana, la cantidad de glóbulos blancos puede aumentar drásticamente.
El número de glóbulos blancos muestra la cantidad de glóbulos blancos en una muestra de sangre. Un número normal de glóbulos blancos es de 4,500 a 11,000 células por milímetro cúbico (4.5 y 11.0 x 109 células por litro). La cantidad de glóbulos blancos a veces se usa para identificar una infección o controlar la respuesta del cuerpo al tratamiento.
Existen cinco tipos de glóbulos blancos: linfocitos, monocitos, neutrófilos, basófilos y eosinófilos.