El VIH y la fatiga

Generalidades

Sentirse cansado es común cuando tiene el VIH. Pero muchas de las cosas que causan fatiga pueden tratarse para ayudarle a sentirse mejor.

La fatiga puede estar causada por una o más de las siguientes cosas:

• Estar deprimido, ansioso o estresado.
• No dormir lo suficiente.
• No tomar la terapia antirretroviral (ART, por sus siglas en inglés) o saltarse dosis de ART.
• Tener el virus.
• Tomar otros medicamentos que causan fatiga. Estos incluyen medicamentos para el dolor, la depresión o la ansiedad, la neuropatía, la presión arterial alta y el colesterol alto.
• Tener anemia. La anemia es un bajo nivel de glóbulos rojos, que llevan oxígeno a otras células del organismo. Como resultado, estas células no reciben suficiente oxígeno, y se siente cansado y débil.
• Tener otras infecciones que pueden ocurrir con el VIH. El VIH debilita el sistema de defensa de su cuerpo, por lo que tiene más dificultades para combatir la enfermedad.
• Tener dolor durante mucho tiempo.
• Tener niveles bajos de testosterona u hormonas tiroideas.

Cómo encontrar la causa de la fatiga

Cuando tiene fatiga debido al VIH, es posible que el médico quiera realizarle algunas pruebas para descubrir por qué está tan cansado. Su médico puede hacer una o más de las siguientes cosas:

• Preguntarle sobre su estado de ánimo, nivel de estrés, calidad del sueño y ejercicio.
• Descubrir si está saltándose dosis de su terapia antirretroviral (ART, por sus siglas en inglés) o si necesita comenzar ART.
• Hacer pruebas. Se le podrían hacer análisis de sangre para comprobar si tiene anemia y ver sus niveles hormonales, así como pruebas para revisar los riñones, el hígado y sus niveles de electrolitos.
• Evaluar todos sus medicamentos para ver si le están causando la fatiga.
• Hacer radiografías de pecho y pruebas funcionales respiratorias.

Ayuda para la fatiga

Según sus síntomas y los resultados de sus pruebas, usted y el médico pueden hacer un plan para tratar la fatiga. Es posible que necesite un cambio de medicamentos. Si tiene anemia o niveles hormonales bajos, el médico puede tratar esos problemas.

El ejercicio puede aumentar su fuerza y darle más energía. Si no ha estado para nada activo, hable con el médico acerca de comenzar un programa para caminar o levantar pesas. O encuentre otra actividad que le guste hacer. Hacer ejercicio regularmente alivia el estrés. También mantiene fuertes el corazón, los pulmones y los músculos y le ayuda a sentirse menos fatigado. También puede ayudar a que su sistema inmunitario funcione mejor.

Asegúrese de que está durmiendo lo suficiente. Si tiene problemas para dormir, hable con el médico.

Si todavía está cansado después de hacer cambios, es posible que quiera "administrar" su energía. Limite algunas actividades para ahorrar energía para aquellas que son importantes para usted.

Evite el alcohol, la marihuana y otras drogas, que pueden causar fatiga o impedirle que duerma. Si necesita ayuda para hacer esto, hable con su médico. Su médico puede ayudarle a decidir qué tipo de tratamiento podría ayudarle.