Los anticuerpos monoclonales son medicamentos que actúan como los anticuerpos naturales. Los anticuerpos son proteínas que produce el sistema inmunitario para ayudar a defenderse de una amenaza, como bacterias y virus. Los anticuerpos monoclonales pueden estimular el sistema inmunitario y detener o retrasar la progresión de una enfermedad. Han sido concebidos para tratar muchas afecciones. Entre los ejemplos se incluyen algunos tipos de cáncer y algunas enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoide.
El tratamiento con anticuerpos monoclonales se administra a través de una aguja en una vena (vía intravenosa) o mediante una inyección. Este tratamiento puede usarse por sí solo. O puede administrarse junto con otros tratamientos, como la radioterapia.