Chuparse el dedo: Cómo ayudar a su hijo a dejar el hábito

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Generalidades

Muchos bebés y niños pequeños se calman chupándose el dedo. Si bien la mayoría de los niños dejarán de hacerlo por sí solos entre los 3 y los 6 años, algunos continúan después de los 4 o 5 años. El hábito prolongado de chuparse el dedo puede provocar graves problemas dentales y del habla. Usted puede ayudar a que su hijo logre abandonar el hábito de chuparse el dedo con mucho amor y aliento, y siguiendo algunos pasos sencillos.

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Chuparse el dedo

¿Cómo comenzamos?

Motive a su hijo hablándole acerca de por qué es importante dejar de chuparse el dedo. Explíquele que dejar de hacerlo lo ayudará a tener una sonrisa hermosa y bellos dientes. Hágale saber a su hijo que seguir haciéndolo le causará problemas con la manera en la que le crecen los dientes.

  • Utilice un espejo para mostrarle a su hijo los cambios que están sucediendo en los dientes o en la forma de la boca.
  • Háblele acerca de los gérmenes no saludables que tiene en las manos y de cómo se lleva los gérmenes a la boca cuando se chupa el dedo.
  • Háblele a su hijo acerca de cómo se convertirá en un "niño grande" o en una "niña grande" si deja de chuparse el dedo. Recuérdele a su hijo que otras personas podrían burlarse de él si continúa chupándose el dedo.

Asegúrese de elegir el momento adecuado para mantener esta conversación. Con frecuencia, los niños se chupan el dedo para aliviar el estrés. Escoger un momento donde el niño no sienta estrés lo ayudará a lograr buenos resultados. También, es probable que un niño deba tener 4 o 5 años para entender la forma en que usted razona y poder cooperar en este proceso.

¿Cuáles son algunas maneras prácticas de ayudar a mi hijo a dejar de chuparse el dedo?

  • Durante la primera semana, mantenga las manos de su hijo ocupadas con rompecabezas, juegos, manualidades u otras actividades favoritas. Puede que deba limitar el tiempo durante el cual su hijo mira televisión, dado que muchos niños se chupan el dedo en forma inconsciente mientras realizan esa actividad.
  • Podría utilizar una venda o una sustancia de sabor desagradable, como Thum, que se aplica en las uñas, para recordarle a su hijo que no tiene que chuparse el dedo. Si la venda o el esmalte se salen, vuelva a colocarlos sin criticar ni avergonzar a su hijo.
  • Extráigale cuidadosamente el dedo de la boca a su hijo mientras este duerme. Chuparse el dedo por la noche es el hábito más difícil de abandonar. Es posible que transcurran hasta 3 meses antes de que su hijo pueda dormirse sin chuparse el dedo. Pruebe ofreciéndole a su hijo un muñeco de peluche favorito o poniéndole un títere en la mano a la hora de acostarse como recordatorio. Con delicadeza, explíquele a su hijo que si continúa chupándose el dedo durante la noche, el hábito no desaparecerá y los cambios en la boca seguirán ocurriendo.
  • Evite poner a su hijo en situaciones angustiantes mientras está intentando abandonar el hábito de chuparse el dedo. Es probable que su hijo recurra al hábito de chuparse el dedo para calmarse. Asegúrese de que su hijo duerma y se alimente lo suficiente durante este tiempo.
  • Elogie mucho a su hijo cuando no se chupe el dedo durante una actividad que normalmente habría incluido ese hábito. No avergüence ni castigue a su hijo porque se chupa el dedo. Si lo hace, solo le bajará la autoestima.

A lo largo de este proceso, bríndele empatía y aliento, y permanezca a disposición de su hijo. Admita que este es un hábito difícil de abandonar. Si usted tiene constancia, paciencia y una actitud positiva, es más probable que su hijo logre dejar el hábito. Recuerde que es su hijo quien debe abandonar este hábito y que él debe estar dispuesto a cooperar. No obligue a su hijo a cumplir.

¿Debería darle recompensas a mi hijo?

Las recompensas pequeñas son una excelente manera de motivar a su hijo. Si recompensa a su hijo con frecuencia y en forma regular por no chuparse el dedo, es más probable que su hijo logre dejar el hábito.

  • Establezca como meta un tiempo durante el cual su hijo intentará permanecer sin chuparse el dedo. Comience con un día, o incluso, una parte del día. Después, fije como objetivo períodos más largos. Permita que su hijo escoja una recompensa por haber alcanzado esa meta.
  • Durante la primera semana, recompense a su hijo el primer día. Después, recompénselo en días alternos (un día sí y otro no) cuando demuestre buen progreso. Las recompensas podrían ser pequeños juguetes, marcadores, una golosina favorita o un privilegio, como una salida al parque.
  • Durante la segunda semana, utilice un calendario o un gráfico de evolución que identifique los días de la semana. Permita que su hijo coloque etiquetas autoadhesivas o marque los días que pasaron sin que se haya chupado el dedo.
  • Después de alcanzar la primera meta, establezca una meta nueva a más largo plazo. Por ejemplo, si la primera meta era pasar 2 semanas sin chuparse el dedo, la próxima meta podría ser 4 o 6 semanas. Después de haber alcanzado esta meta, establezca otra, como, por ejemplo, 3 meses. Asegúrese de que su hijo reciba una recompensa cuando alcance cada hito.

¿Qué sucede si mi hijo no puede abandonar el hábito?

  • Algunos niños tienen más dificultades que otros para dejar de chuparse el dedo. Es importante usar refuerzos positivos durante este proceso.
  • Pruebe a utilizar recordatorios delicados, como colocar una venda en el dedo de su hijo de modo que se dé cuenta de que se está llevando el dedo a la boca. También puede probar un esmalte de uñas, como Thum, hecho especialmente para interrumpir el hábito de chuparse el dedo. Cuando el niño se lleva el dedo a la boca, el esmalte le deja un sabor desagradable. Hágale saber a su hijo que el esmalte no es un castigo, sino simplemente un recordatorio para que no se chupe el dedo.
  • Si su hijo es inseguro, tiene problemas emocionales o se encuentra en una situación de estrés y necesita calmarse, es posible que usted deba resolver primero esas cuestiones para que su hijo logre dejar de chuparse el dedo.
  • Si su hijo continúa chupándose el dedo, podría convenirle consultar con un pediatra o un dentista para aprender acerca de los dispositivos (por ejemplo, un protector para el pulgar ["thumb guard"]) que se pueden probar para prevenir el hábito de chuparse el dedo.

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Créditos

Revisado: 24 octubre, 2023

Autor: El personal de Healthwise
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