La presión arterial puede tardar hasta 6 semanas en volver a la normalidad después de dar a luz. Si ha tenido problemas de presión arterial durante el embarazo, es importante controlar la presión arterial posparto porque, a largo plazo, la presión arterial alta aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca, ataque cerebral y enfermedad renal.
El profesional clínico de salud controlará su presión arterial en cada consulta de seguimiento. También se le puede pedir que obtenga un manguito para medir la presión arterial y registre su presión arterial en casa. Esta información ayuda a los profesionales a determinar si necesita medicamentos para mantener la presión arterial en un nivel seguro.
Pasos para bajar la presión arterial en casa
Puede ayudar a bajar la presión arterial siguiendo estas pautas:
- Evite tomar alcohol y fumar.
- Lleve una dieta saludable que incluya muchas frutas y verduras.
- Elija alimentos integrales que no tengan sal añadida.
- Haga ejercicio de forma regular.
- Mantenga un peso saludable.
- Tome los medicamentos para la presión arterial exactamente como se indica.
Preeclampsia después del embarazo
Algunas personas desarrollan una afección llamada preeclampsia durante el embarazo. En casos poco comunes, esta afección se desarrolla en las primeras semanas después del parto. La preeclampsia es una afección que afecta los vasos sanguíneos y provoca presión arterial alta y proteína en la orina. Es una afección grave que puede causar daño hepático o renal, o problemas de sangrado y coágulos de sangre. Si no se controla, la preeclampsia puede provocar convulsiones (llamadas eclampsia) y ataques cerebrales, los cuales pueden ser mortales.
Ya sea que le hayan diagnosticado preeclampsia antes del parto o no, llame al profesional clínico de salud de inmediato si nota lo siguiente:
- hinchazón facial;
- dolores de cabeza que no desaparecen con medicamentos;
- dolor en la parte superior derecha del estómago;
- aumento de peso en poco tiempo;
- hinchazón grave en las piernas o las manos;
- problemas de la vista.
Busque asistencia médica de emergencia si experimenta lo siguiente:
- presión arterial de 160/110 o superior;
- dolor de pecho;
- episodios nuevos de náuseas o vómitos;
- convulsiones;
- dificultad para respirar.