Síndrome del intestino irritable en adolescentes: Instrucciones de cuidado

Generalidades

El síndrome del intestino irritable (o IBS, por sus siglas en inglés) es un problema de los intestinos que causa dolor abdominal, abotagamiento, gases, estreñimiento y diarrea. No se sabe bien cuál es la causa del síndrome del intestino irritable. Puede durar muchos años, pero no empeora con el tiempo ni lleva a enfermedades graves.

La mayoría de la gente puede controlar sus síntomas modificando su alimentación y evitando las cosas que empeoran sus síntomas.

¿Cómo puedes cuidarte en el hogar?

• Lleva un registro de los alimentos y los síntomas.
  • Lleva un diario de alimentos para registrar lo que comes. También registra cuando tengas síntomas y cuáles son. Existen aplicaciones de teléfono que pueden ayudar o, simplemente, anótalos.
  • Un diario de alimentos puede ayudarte a determinar si ciertos alimentos te provocan síntomas y si eliminar ciertos alimentos es de ayuda.
  • Al hacer cambios en tu dieta, considera que te llevará alrededor de 6 semanas saber si los cambios ayudan.
• Para reducir el dolor, el gas y el abotagamiento:
  • Prueba a añadir fibra soluble todos los días. Esta es la clase que se disuelve en el agua. Algunos alimentos con fibra soluble son la avena y las frutas sin cáscara. Algunos suplementos que puedes probar son Benefiber y Citrucel.
  • Prueba una dieta baja en FODMAP. Los FODMAP son tipos de carbohidratos que pueden empeorar los síntomas del síndrome del intestino irritable. Tu médico o un dietista registrado puede ayudarte con esta dieta.
• Para reducir el estreñimiento:
  • Habla con tu médico o dietista acerca de si deberías incrementar la cantidad de fibra que comes. Si sugieren más fibra:
    • Prueba fibra soluble al principio.
    • Si recomiendan más fibra indisoluble, hazlo lentamente. Añádela gradualmente. La fibra indisoluble se halla en las frutas y las verduras con cáscara, la mayoría de los cereales integrales y los frijoles.
  • Bebe mucho líquido. Si tienes una enfermedad renal, cardíaca o hepática y tienes que restringir los líquidos, habla con tu médico antes de aumentar la cantidad de líquido que bebes.
  • Haz algo de ejercicio todos los días. Aumenta la cantidad de ejercicio poco a poco hasta llegar a hacer entre 30 y 60 minutos al día 5 o más días a la semana.
  • Programa un momento cada día para evacuar el intestino. Tener una rutina diaria puede ayudar. Tómate tu tiempo y no te esfuerces cuando estés evacuando el intestino.
• Para reducir la diarrea, limita o evita:
  • El alcohol.
  • La cafeína, que se encuentra en el café, el té, las bebidas de cola, las bebidas energizantes y el chocolate.
  • La nicotina de fumar o mascar tabaco.
  • Alimentos que producen gases, como frijoles, brócoli, repollo o manzanas.
  • Productos lácteos que contienen lactosa (azúcar de la leche), como helado o leche.
  • Alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar, especialmente jugos de frutas, refrescos, golosinas y otros dulces envasados (como galletas).
  • Alimentos con alto contenido de grasa, como tocino, salchichas, mantequilla, aceites y cualquier cosa frita.
  • Alditoles como sorbitol, xilitol, manitol e isomalt. Estos son edulcorantes artificiales que se encuentran en algunos dulces sin azúcar y chicles.
• Toma los medicamentos exactamente según las indicaciones.
• Si vas a sesiones de asesoría psicológica para aliviar el dolor, sigue tu plan de tratamiento minuciosamente.
• Si estás recibiendo fisioterapia para obtener ayuda con tus evacuaciones, asegúrate de hacer tus ejercicios en el hogar.
• Si el estrés empeora tus síntomas, fíjate en maneras de reducir el estrés.