Ronquera en niños: Instrucciones de cuidado

Instrucciones de cuidado

Muchos factores pueden hacer que la voz de su hijo suene áspera, rasposa o débil. Un resfriado, una infección de los senos paranasales, gritar o hablar demasiado alto, así como estar expuesto al humo o respirar aire seco pueden provocarle ronquera. Su hijo también puede tener problemas en la voz debido a la contaminación y a las alergias. A veces, el ácido estomacal puede subir a la garganta (reflujo gástrico) y cambiar el sonido de la voz de su hijo. En algunos casos, un problema en la laringe puede causar ronquera.

Si su hijo tiene ronquera, es posible que todo lo que necesita sea reposo y cuidados en el hogar.

¿Cómo puede cuidar a su hijo en el hogar?

• Siga el consejo de su médico acerca de cuánto hablar. Haga que su hijo mueva las manos o escriba notas cuando sea posible para que descanse la voz.
• Hable con su médico acerca de tratamientos para las alergias de su hijo, si no las está tratando todavía.
• Siga el plan de tratamiento de su hijo para el reflujo gástrico (si su hijo tiene la afección):
  • Haga que su hijo tome los medicamentos exactamente como se los recetaron. Llame al médico si cree que su hijo está teniendo un problema con un medicamento.
  • Limite o deje de darle a su hijo alimentos que empeoren su reflujo gástrico. Entre estos se encuentran los tomates, los alimentos picantes y el chocolate.
  • Limite o interrumpa las bebidas que tengan cafeína, como el café, el té y las bebidas de cola.
  • Si su hijo tiene más de 12 meses, eleve la cabecera de su cama un poco. No eleve el colchón. Coloque bloques debajo del marco de la cama. Esto ayudará a mantener el reflujo gástrico fuera de la garganta de su hijo por la noche.
• Enséñele a su hijo a hablar, no susurrar, cuando deba hablar. Susurrar puede esforzar la voz.
• Haga que su hijo beba abundante agua para mantener la garganta hidratada.
• Mantenga a su hijo alejado del humo. No fume ni permita que nadie fume cerca de su hijo o en su casa. El humo puede hacer que la voz de su hijo sea áspera.
• Para evitar que su hijo se vuelva ronco en el futuro, pídale a su hijo que trate de no hablar alto ni gritar, como suele hacerse en los eventos deportivos.
• Si el médico le recetó antibióticos a su hijo, déselos según las indicaciones. No deje de dárselos por el simple hecho de que su hijo se sienta mejor. Su hijo debe tomar todos los antibióticos hasta terminarlos.