Instrucciones de cuidado
Un rectocele ocurre cuando la pared entre la vagina y el recto se debilita. Esto ocasiona que el recto haga presión contra la vagina. El embarazo o una cirugía anterior puede dañar los músculos u otros tejidos en la pelvis. También es posible que los músculos pélvicos se debiliten a medida que se envejece.
Un rectocele podría no producir síntomas. O es posible que note una protuberancia en la vagina cuando tensiona o contrae los músculos abdominales durante la evacuación del intestino. Podría sentir presión, dolor durante las relaciones sexuales o tener problemas para defecar.
Un rectocele no suele ocasionar problemas graves de salud. Si sus síntomas empeoran, tal vez desee hablar con su médico sobre una cirugía para regresar el recto a su posición normal.
La atención de seguimiento es una parte clave de su tratamiento y seguridad. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas, y llame a su médico si está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de sus exámenes y mantener una lista de los medicamentos que toma.
¿Cómo puede cuidarse en el hogar?
- Evite levantar objetos pesados. Esto ejerce presión en los músculos pélvicos.
- Pruebe los ejercicios para el suelo de la pelvis (Kegel), los cuales contraen y fortalecen los músculos pélvicos. (Si hacer estos ejercicios causa dolor, deje de hacerlos y hable con su médico). Para hacer los ejercicios de Kegel:
- Contraiga los músculos como si estuviera tratando de no ventosear. O contraiga los músculos como si estuviera interrumpiendo un chorro de orina. Debe tener inmóviles el abdomen, las piernas y las nalgas.
- Mantenga la contracción por 3 segundos, y luego relaje por entre 5 y 10 segundos.
- Comience con 3 segundos, luego añada 1 segundo cada semana hasta que pueda contraer por 10 segundos.
- Repita el ejercicio 10 veces por sesión. Haga de 3 a 8 sesiones al día.
- Para aliviar la presión sobre el recto y la vagina, acuéstese y eleve las piernas colocando una almohada bajo sus rodillas. También puede acostarse de lado y llevar las rodillas hacia el pecho.
- Pregúntele a su médico acerca de un pesario vaginal. Puede colocarse en la vagina para ayudar a sostener el recto. Su médico puede enseñarle cómo y cuándo retirarlo, limpiarlo y volver a colocarlo.
- Evite el estreñimiento.
- Incluya en su alimentación frutas, verduras, frijoles y cereales integrales todos los días. Estos alimentos tienen un alto contenido de fibra.
- Beba mucho líquido. Si tiene una enfermedad renal, cardíaca o hepática y tiene que restringir los líquidos, hable con su médico antes de aumentar la cantidad de líquido que bebe.
- Haga algo de ejercicio todos los días. Aumente la cantidad de ejercicio lentamente hasta llegar a hacer entre 30 y 60 minutos al día 5 o más días a la semana.
- Tome un suplemento de fibra, como Citrucel o Metamucil, todos los días si lo necesita. Lea y siga todas las indicaciones de la etiqueta.
- Programe un momento cada día para evacuar el intestino. Tener una rutina diaria puede ayudar. Tómese su tiempo y no se esfuerce cuando esté evacuando.
¿Cuándo debe pedir ayuda?
Llame al médico ahora mismo o busque atención médica inmediata si:
- Tiene dolor nuevo o peor.
- Tiene sangrado nuevo o peor del recto.
Preste especial atención a los cambios en su salud y asegúrese de comunicarse con el médico si:
- No puede evacuar heces ni gases.
- No mejora como se esperaba.
¿Dónde puede encontrar más información en inglés?
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Revisado: 30 abril, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
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