Instrucciones de cuidado
Una quemadura solar es un daño en la piel causado por los rayos ultravioleta (UV) emitidos por el sol. La mayoría de las quemaduras solares producen enrojecimiento y dolor leve, pero afectan solo la capa externa de la piel. Estas se conocen como quemaduras de primer grado. La piel enrojecida podría doler al tocarla. Estas quemaduras son leves y normalmente pueden tratarse en el hogar.
La piel roja y adolorida que se hincha y se ampolla podría indicar que las capas más profundas de la piel y las terminaciones nerviosas han sido dañadas. Estas se conocen como quemaduras de segundo grado. Este tipo de quemadura solar suele ser más doloroso y tarda más tiempo en sanar.
La atención de seguimiento es una parte clave del tratamiento y la seguridad de su hijo. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas, y llame a su médico si su hijo está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de los exámenes de su hijo y mantener una lista de los medicamentos que toma.
¿Cómo puede cuidar a su hijo en el hogar?
- Colóquele paños fríos sobre las zonas quemadas por el sol.
- Haga que su hijo se duche o bañe con agua fría a menudo.
- Aplíquele lociones calmantes con sábila ("aloe vera") sobre las zonas quemadas por el sol. No le aplique lociones sobre la piel ampollada.
- Una quemadura solar puede causar dolor de cabeza y fiebre leve. Haga que su hijo se acueste en una habitación fresca y tranquila para aliviar el dolor de cabeza. El dolor de cabeza puede ser causado por no obtener suficiente cantidad de líquido, lo que se conoce como deshidratación, de modo que beber líquidos podría ayudar.
- Adminístrele a su hijo medicamentos antiinflamatorios como ibuprofeno (Advil, Motrin) para reducir el dolor, la hinchazón y la fiebre. Lea y siga todas las instrucciones de la etiqueta.
- Utilice una loción para aliviar la comezón cuando se le descame la piel a su hijo. No hay nada que pueda hacer para evitar que la piel se descame después de una quemadura solar. Esto forma parte del proceso de sanación.
- Proteja la piel de su hijo del sol con protector solar, sombreros de ala ancha, lentes de sol y ropa holgada de trama cerrada que cubra los brazos y las piernas.
Cuidado de las ampollas
Las ampollas pequeñas normalmente sanan por sí solas.
- No intente romper o reventar las ampollas. Permita que sanen por sí solas.
- No las cubra a menos que, por ejemplo, una prenda roce contra ellas. Si las cubre, póngale una venda floja. Puede utilizar cinta adhesiva para sostener la venda, pero no permita que la cinta toque las ampollas.
- Ayude a su hijo a evitar usar prendas o calzado, o hacer actividades que rocen o irriten las ampollas hasta que hayan sanado.
Las ampollas más grandes, del tamaño de una moneda de cinco centavos o incluso más grandes, normalmente sanan sin problemas.
- Si la ampolla se revienta, no retire el colgajo de piel que cubre la ampolla a menos que se rasgue, se ensucie o tenga pus debajo de él. El colgajo protege la piel que está cicatrizando debajo de él.
- Póngale una gasa o una venda floja. Puede utilizar cinta adhesiva para sostener la venda, pero no permita que la cinta toque la ampolla. No envuelva completamente una mano, un brazo, un pie ni una pierna con cinta adhesiva, porque podría interrumpir la irrigación de sangre si la extremidad se hincha. Si la cinta está demasiado ajustada, su hijo podría tener entumecimiento, hormigueo, dolor, o frío y palidez o hinchazón en la piel debajo de la cinta.
- Póngale una capa delgada de vaselina en la venda antes de aplicársela. Esto evitará que la venda se pegue a la ampolla. No use peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) ni alcohol, los cuales pueden retrasar la sanación.
- Cambie la venda todos los días y en cualquier momento en que se moje o se ensucie. Puede remojar la venda en agua fría antes de retirarla para que le resulte menos doloroso.
- Ayude a su hijo a evitar usar prendas o calzado, o hacer actividades que rocen o irriten las ampollas hasta que hayan sanado.
¿Cuándo debe pedir ayuda?
Llame a su médico ahora mismo o busque atención médica inmediata si:
- Su hijo tiene señales de necesitar más líquidos. Estas señales incluyen ojos hundidos con pocas lágrimas, boca seca con poco o nada de saliva, y orinar poco o nada durante 6 horas.
- Su hijo tiene señales de infección, tales como:
- Mayor dolor, hinchazón, enrojecimiento o aumento de la temperatura.
- Vetas rojizas que comienzan en la zona.
- Pus que sale de la zona.
- Fiebre.
Preste especial atención a los cambios en la salud de su hijo y asegúrese de comunicarse con su médico si:
- Su hijo no mejora como se esperaba.
¿Dónde puede encontrar más información en inglés?
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Revisado: 16 noviembre, 2023
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
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