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Generalidades
La mayoría de los bebés y niños mayores tienen varias infecciones leves del aparato respiratorio cada año.
Aparato respiratorio superior
El aparato respiratorio superior incluye la nariz, la boca, los senos paranasales y la garganta. Un niño con una infección de las vías respiratorias altas puede sentirse incómodo y sonar muy congestionado. Otros síntomas incluyen:
- Goteo o congestión nasal. Puede conducir a la obstrucción de las fosas nasales que hace que el niño respire por la boca.
- Sentirse irritable o inquieto, tener poco apetito y estar menos activo de lo habitual.
- Toser, sobre todo al acostarse.
- Fiebre.
Aparato respiratorio inferior
El aparato respiratorio inferior incluye los bronquios y los pulmones. Estos tipos de problemas son menos comunes que los del aparato respiratorio superior. Pero suelen ser más graves. Es más probable que necesiten atención médica.
Los síntomas de infecciones del aparato respiratorio inferior incluyen:
- Tos que dura todo el día y toda la noche.
- Fiebre. Puede ser alta con algunas infecciones, como la neumonía.
- Sentirse irritable o inquieto, tener poco apetito y estar menos activo de lo habitual.
- Dificultad para respirar. Puede notar:
- Respiración rápida.
- Gruñidos, que se escuchan cuando el niño exhala. La mayoría de los bebés gruñen a veces cuando duermen. Pero los gruñidos que ocurren con una respiración rápida y superficial pueden significar una infección del aparato respiratorio inferior.
- Sibilancias. (Este es un sonido diferente al del crup).
- Uso de los músculos del cuello, el pecho y el abdomen para respirar. Esto provoca una "succión" entre las costillas o debajo de estas (retracciones).
- Dilatación de los orificios nasales al respirar.
Los problemas respiratorios pueden tener muchas causas.
Infecciones virales
Las infecciones virales causan la mayoría de las infecciones respiratorias de las vías altas. Los dolores de garganta, los resfriados, el crup y la influenza (gripe) son enfermedades virales comunes en bebés y niños mayores. Estas infecciones generalmente son leves y desaparecen en 4 a 10 días. Pero a veces pueden ser graves.
El tratamiento en el hogar puede ayudar a aliviar los síntomas del niño. La infección generalmente mejora por sí misma en una semana y desaparece en 14 días.
No se usan los antibióticos para tratar las enfermedades virales. No cambian el curso de las infecciones virales. El uso de un antibiótico cuando no se necesita expone a su hijo a los riesgos de una reacción alérgica y a los efectos secundarios del antibiótico. Estos efectos secundarios incluyen náuseas, vómitos, diarrea, salpullidos y candidiasis. Los antibióticos también pueden matar las bacterias beneficiosas y fomentar el crecimiento de bacterias peligrosas resistentes a los antibióticos.
Las infecciones virales del aparato respiratorio inferior pueden ser leves, similares a las infecciones del aparato respiratorio superior. Un ejemplo de una posible infección viral grave es la bronquiolitis. Hasta el 10 % de los bebés y niños con infecciones virales del aparato respiratorio inferior, como las causadas por el virus respiratorio sincicial (VRS), pueden tener una obstrucción grave de las vías respiratorias. Necesitan tratamiento en un hospital.
Infecciones bacterianas
Los lugares más comunes para las infecciones bacterianas en el aparato respiratorio superior son los senos paranasales y la garganta.
La neumonía bacteriana puede seguir a una enfermedad viral como una infección secundaria. O puede aparecer como la primera señal de una infección del aparato respiratorio inferior. En bebés y niños pequeños, la primera señal de infección a menudo es respiración acelerada, irritabilidad, menos actividad de lo normal y alimentación deficiente. Los antibióticos funcionan bien contra las infecciones bacterianas.
Alergias
Las alergias son una causa común de problemas respiratorios. Los síntomas en niños incluyen:
- Secreción clara y líquida de la nariz o congestión nasal. Los niños suelen frotarse la nariz empujando la punta hacia arriba con la palma de la mano ("saludo alérgico").
- Estornudos y ojos llorosos. A menudo hay círculos oscuros debajo de los ojos ("ojeras alérgicas").
- Irritabilidad y pérdida del apetito.
Asma
Los bebés y niños pequeños no suelen tener asma. Pero el número de nuevos casos de asma aumenta con la edad.
- En bebés y niños pequeños, una tos seca puede ser el único síntoma de asma leve.
- Si el asma empeora, los síntomas pueden incluir sibilancias y dificultad para respirar después del ejercicio o durante la noche.
- En el asma grave, los síntomas más comunes son dificultad para respirar (usar los músculos del cuello, el pecho y el abdomen para respirar) y un sonido agudo al respirar (sibilancias).
- Las alergias y el asma a menudo ocurren a la vez.
Otras causas
Además de asma, alergias e infección, otras posibles causas de los problemas respiratorios en niños incluyen:
- Exposición al humo del tabaco. El humo del tabaco afecta el crecimiento y desarrollo de los pulmones. Los niños que están expuestos a este humo, incluso antes de nacer (prenatal), tienen más probabilidades de padecer asma y otros problemas respiratorios.
- Obstrucción de las vías respiratorias por un objeto inhalado, como comida, un trozo de globo o un juguete pequeño.
- Problemas que han estado presentes desde el nacimiento (causas genéticas), como la fibrosis quística.
Los bebés y los niños menores de 3 años pueden tener más síntomas con problemas respiratorios que los niños mayores. Y pueden enfermarse más. Por esta razón, los niños más pequeños deben ser vigilados más de cerca. El tipo de síntomas que tiene su hijo y su gravedad le ayudarán a saber si su hijo necesita ver a un médico.
Revise sus síntomas
La evaluación médica de los síntomas se basa en las partes del cuerpo que usted tiene.
- Si es transgénero o de género no binario, seleccione el sexo que coincida con las partes del cuerpo (como los ovarios, los testículos, la próstata, las mamas, el pene o la vagina) que tenga ahora en la zona donde tenga los síntomas.
- Si sus síntomas no están relacionados con esos órganos, puede elegir el sexo con el que se identifique.
- Si tiene algunos órganos de ambos sexos, es posible que tenga que utilizar esta herramienta de triaje dos veces (una vez como "hombre" y otra vez como "mujer"). Esto es para asegurarse de que la herramienta haga las preguntas adecuadas para usted.
Muchos factores pueden afectar la forma en que el cuerpo responde a un síntoma y qué tipo de atención podría necesitar. Estos incluyen:
- Su edad. Los bebés y los adultos mayores tienden a enfermarse con más rapidez.
- Su estado de salud general. Si tiene una afección como diabetes, VIH, cáncer o enfermedad cardíaca, es posible que deba prestar especial atención a determinados síntomas y buscar atención antes.
- Los medicamentos que toma. Ciertos medicamentos, como los medicamentos que previenen la formación de coágulos de sangre (anticoagulantes), medicamentos que inhiben el sistema inmunitario como los esteroides o la quimioterapia, remedios herbarios o suplementos pueden provocar síntomas o empeorarlos.
- Hechos relacionados con la salud recientes, como una cirugía o una lesión. Estos tipos de hechos pueden causar síntomas más adelante o agravarlos.
- Sus hábitos de salud y su estilo de vida, como los hábitos alimentarios y de ejercicio, el hábito de fumar, el consumo de alcohol o de drogas, los antecedentes sexuales y los viajes.
Pruebe el tratamiento en el hogar
Usted respondió todas las preguntas. En función de sus respuestas, es posible que pueda resolver este problema en el hogar.
- Pruebe el tratamiento en el hogar para aliviar los síntomas.
- Llame a su médico si los síntomas empeoran o si tiene alguna inquietud (por ejemplo, si los síntomas no mejoran como debería esperar). Es posible que necesite atención antes.
Los síntomas de enfermedad grave en un bebé podrían incluir los siguientes:
- El bebé está flojo y caído como un muñeco de trapo.
- El bebé no responde en absoluto cuando lo alzan, lo tocan o le hablan.
- Es difícil despertar al bebé.
Los síntomas de enfermedad grave podrían incluir:
- Dolor de cabeza intenso.
- Rigidez en el cuello.
- Cambios mentales, como sentirse confuso o mucho menos alerta.
- Fatiga extrema (hasta el punto de resultarle difícil desenvolverse).
- Temblores y escalofríos.
Si no está seguro de si la fiebre de un niño es alta, moderada o leve, tenga en cuenta lo siguiente:
Con fiebre alta:
- El niño siente mucho calor.
- Es probable que sea una de las fiebres más altas que haya tenido el niño.
Con fiebre moderada:
- El niño siente calor o un poco de calor.
- Usted está seguro de que el niño tiene fiebre.
Con fiebre leve:
- Es posible que el niño sienta un poco de calor.
- Usted cree que el niño podría tener fiebre, pero no está seguro.
Los síntomas de dificultad para respirar pueden ser de leves a graves. Por ejemplo:
- Podría sentir un poco de falta de aliento, pero aún puede hablar (dificultad para respirar leve), o podría sentir tanta falta de aliento que no puede hablar en absoluto (dificultad para respirar grave).
- Podría resultarle difícil respirar cuando realiza actividades (dificultad para respirar leve), o podría tener que hacer mucho esfuerzo para respirar incluso cuando está en reposo (dificultad para respirar grave).
Los síntomas de dificultad para respirar en un bebé o niño pequeño pueden extenderse de leves a graves. Por ejemplo:
- Es posible que el niño esté respirando un poco más rápido que lo habitual (dificultad para respirar leve) o que tenga tantos problemas que las fosas nasales se agrandan y el abdomen se mueve hacia adentro y hacia afuera con cada respiración (dificultad para respirar grave).
- El niño puede parecer tener un poco de falta de aliento, pero aún puede comer o hablar (dificultad para respirar leve) o es posible que esté respirando con tanta dificultad que no puede comer ni hablar (dificultad para respirar grave).
Problemas para respirar graves significa:
- El niño no puede comer ni hablar porque está respirando muy fuerte.
- Las fosas nasales del niño se agrandan, y el abdomen se mueve hacia adentro y hacia afuera con cada respiración.
- Parece que el niño se está agotando.
- El niño parece muy somnoliento o confundido.
Problemas para respirar moderados significa:
- El niño está respirando mucho más rápido de lo habitual.
- El niño debe tomarse descansos cuando come o cuando habla para poder respirar.
- Las fosas nasales se agrandan, o el estómago se mueve hacia adentro y hacia afuera en los momentos en que el niño respira.
Problemas para respirar leves significa:
- El niño está respirando un poco más rápido de lo habitual.
- Parece que el niño tiene un poco de falta de aliento, pero aún puede comer o hablar.
Un bebé que se encuentra extremadamente enfermo:
- Puede estar flojo y caído como un muñeco de trapo.
- Puede no responder en absoluto cuando lo alzan, lo tocan o le hablan.
- Puede ser difícil despertarlo.
Un bebé que se encuentra enfermo (pero no extremadamente enfermo):
- Puede tener más sueño de lo habitual.
- Puede no comer ni beber tanto como lo hace habitualmente.
La temperatura varía un poco según cómo se mida. A continuación, se detallan los márgenes en niños de hasta 11 años, para temperaturas alta, moderada y leve según cómo se haya tomado la temperatura.
Temperatura bucal, timpánica (en el oído) o rectal
- Alta: 104°F (40°C) o más
- Moderada: 100.4°F (38°C) a 103.9°F (39.9°C)
- Leve: 100.3°F (37.9°C) o menos
Una medición de la temperatura en la frente suele ser entre 0.5°F (0.3°C) y 1°F (0.6°C) más baja que la temperatura oral.
Temperatura axilar
- Alta: 103°F (39.5°C) o más
- Moderada: 99.4°F (37.4°C) a 102.9°F (39.4°C)
- Leve: 99.3°F (37.3°C) o menos
Nota: Para niños de menos de 5 años, la temperatura rectal es la más precisa.
Puede usar una pequeña pera de goma (que se llama pera de aspiración) para extraer mucosidad de la nariz o de la boca de su bebé cuando un resfriado o una alergia hacen que sea difícil para el bebé comer, dormir o respirar.
Para usar la pera:
- Coloque algunas gotas nasales de solución salina en cada lado de la nariz del bebé antes de comenzar.
- Coloque al bebé con la cabeza levemente inclinada hacia atrás.
- Apriete la base redonda de la pera.
- Introduzca suavemente la punta de la pera bien adentro de la nariz del bebé.
- Suelte la pera para extraer (succionar) mucosidad de la nariz.
No haga esto más de 5 o 6 veces al día. Hacerlo con demasiada frecuencia puede empeorar la congestión y también puede causar que el recubrimiento de la nariz se hinche o sangre.
Determinadas afecciones de salud y medicamentos debilitan la capacidad del sistema inmunitario de combatir las infecciones y las enfermedades. Algunos ejemplos en los niños son:
- Enfermedades como diabetes, fibrosis quística, enfermedad de células falciformes y enfermedades cardíacas congénitas.
- Medicamentos esteroides, que se usan para tratar una variedad de afecciones.
- Medicamentos que se hayan tomado después de un trasplante de órganos.
- Quimioterapia y radioterapia para el cáncer.
- No tener bazo.
El babeo y los problemas para tragar repentinos pueden ser señales de un problema grave, que se llama epiglotitis. Este problema puede suceder a cualquier edad.
La epiglotis es un colgajo de tejido en la parte de atrás de la garganta que no puede verse cuando uno mira dentro de la boca. Al tragar, se cierra para mantener los alimentos y los líquidos fuera del conducto (tráquea), que lleva a los pulmones. Si la epiglotis se inflama o se infecta, puede hincharse y obstruir las vías respiratorias rápidamente. Esto hace que respirar sea muy difícil.
Los síntomas comienzan repentinamente. Es probable que una persona con epiglotitis parezca muy enferma, tenga fiebre, babee y tenga problemas para respirar, tragar y emitir sonidos. En el caso de un niño, es posible que usted note que el niño trata de sentarse e inclinarse hacia adelante, con la mandíbula hacia adelante, debido a que es más fácil respirar en esta posición.
Busque atención ahora
En función de sus respuestas, es posible que usted necesite recibir atención de inmediato. Es probable que el problema empeore si no recibe atención médica.
- Llame a su médico ahora para analizar los síntomas y para coordinar la atención.
- Si no puede comunicarse con su médico o no tiene uno, busque atención en la siguiente hora.
- No necesita llamar a una ambulancia, a menos que:
- No pueda viajar en forma segura conduciendo usted mismo o pidiéndole a alguien que le lleve.
- Esté en un área en la que haya mucho tránsito u otros problemas que podrían retrasarle.
Llame al 911 ahora
En función de sus respuestas, usted necesita atención de urgencia.
Llame ahora al 911 o a otros servicios de emergencia.
A veces, las personas no quieren llamar al 911. Podrían creer que sus síntomas no son graves o que simplemente pueden pedirle transporte a otra persona. O podría preocuparles el costo. Pero, en función de sus respuestas, la manera más rápida y segura de obtener la atención que necesita es llamar al 911 para solicitar transporte médico al hospital.
Busque atención hoy
En función de sus respuestas, es posible que usted necesite recibir atención pronto. Probablemente, el problema no mejore si no recibe atención médica.
- Llame a su médico hoy para analizar los síntomas y para coordinar la atención.
- Si no puede comunicarse con su médico o no tiene uno, busque atención hoy.
- Si sucede por la noche, preste atención a los síntomas y busque atención por la mañana.
- Si los síntomas empeoran, busque atención antes.
Programe una cita
En función de sus respuestas, es posible que el problema no mejore si no recibe atención médica.
- Programe una cita para consultar a su médico en las próximas 1 a 2 semanas.
- Si corresponde, pruebe el tratamiento en el hogar mientras espera la cita.
- Si los síntomas empeoran o si tiene alguna inquietud, llame a su médico. Es posible que necesite atención antes.
Cuidado personal
La mayoría de los niños tienen de 7 a 10 infecciones leves de las vías respiratorias altas cada año. Es posible que su hijo se sienta incómodo y tenga congestión nasal. La infección suele mejorar en una semana y generalmente desaparece en 14 días.
Estas son algunas cosas que usted puede hacer para aliviar síntomas leves y ayudarle a su hijo a sentirse mejor.
- Sea prudente con los medicamentos. Lea y siga todas las indicaciones de la etiqueta.
- Pregúntele al médico si puede darle a su hijo acetaminofén (Tylenol) o ibuprofeno (Advil, Motrin). No use ibuprofeno si su hijo tiene menos de 6 meses a menos que el médico le haya dado instrucciones para usarlo.
- No le dé aspirina a ninguna persona menor de 20 años. Se la ha relacionado con el síndrome de Reye, una enfermedad grave.
- Sea prudente con los medicamentos para la tos y el resfriado. No se los dé a niños menores de 6 años porque no son eficaces para niños de esa edad y pueden ser incluso dañinos. Para niños de 6 años o más, siempre siga cuidadosamente todas las instrucciones. Asegúrese de saber la cantidad de medicamento que debe administrar y durante cuánto tiempo usarlo. Y use el dosificador si viene incluido.
- Tenga cuidado al darle a su hijo medicamentos de venta libre para el resfriado o la gripe y Tylenol al mismo tiempo. Muchos de estos medicamentos tienen acetaminofén, que es Tylenol. Lea las etiquetas para asegurarse de que no le esté dando a su hijo una dosis mayor de la recomendada. El exceso de acetaminofén (Tylenol) puede ser dañino.
- No le dé a su hijo antibióticos que le hayan quedado de otra ocasión. Y no le dé a su hijo antibióticos ni otros medicamentos que hayan sido recetados para otra persona.
- Haga que su hijo beba abundante agua y otros líquidos.
Esto podría ayudar a aliviar la garganta seca o adolorida. La miel o el jugo de limón en agua caliente o té pueden aliviar una tos seca. No le dé miel a un niño menor de 1 año. Puede contener bacterias que son dañinas para los bebés.
- Pruebe aire húmedo.
Coloque un humidificador de vapor frío junto a la cama de su hijo o cerca de su hijo. Esto puede facilitarle la respiración a su hijo. Siga las indicaciones de limpieza del aparato.
- Trate una congestión nasal.
- Si su hijo tiene problemas para respirar porque tiene la nariz tapada, aplíquele algunas gotas nasales de solución salina (agua con sal) en un orificio nasal. Luego haga que su hijo se suene la nariz. Repítalo con el otro orificio nasal. No haga esto más de 5 o 6 veces al día.
- Para los bebés y los niños que no pueden sonarse la nariz, aplíqueles algunas gotas de solución salina en un orificio nasal. Con una perilla blanda de goma, extraiga el aire de la perilla y coloque suavemente la punta de la perilla dentro de la nariz del bebé. Afloje la mano para succionar el moco de la nariz. Repítalo en el otro orificio nasal.
- Asegúrese de que su hijo descanse.
Mantenga a su hijo en casa si tiene fiebre.
- Mantenga a su hijo alejado del humo.
No fume ni permita que otras personas fumen cerca de su hijo o en su casa.
Cómo usar los descongestionantes
Estas son algunas precauciones para tomar al usar descongestionantes.
- Sea prudente con los medicamentos. Lea y siga todas las instrucciones de la etiqueta.
- Los descongestionantes podrían no ser seguros para los niños pequeños. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) recomienda que no se usen medicamentos de venta libre para la tos y el resfriado en niños de menos de 2 años. La FDA también recomienda evitar estos medicamentos en niños menores de 4 años.nota 1 Si usa estos medicamentos, siga siempre las instrucciones sobre la cantidad que debe usar según la edad y, en algunos casos, el peso. No todas las personas necesitan la misma cantidad de medicamento.
- Los descongestionantes pueden causar problemas para las personas que tienen ciertos problemas de salud, como cardiopatía, presión arterial alta, glaucoma, diabetes o una tiroides hiperactiva. Los descongestionantes también pueden interactuar con algunos fármacos, como ciertos antidepresivos y los medicamentos para la presión arterial alta. Lea el paquete cuidadosamente o pídale al farmacéutico o a su médico que le ayude a elegir el mejor descongestionante para usted.
- Beba líquidos adicionales cuando esté tomando medicamentos para el resfriado y las alergias.
- No use aerosoles, gotas ni geles nasales descongestionantes más veces en un día o por más días seguidos de lo que dice la etiqueta. El uso excesivo puede causar congestión de rebote. Hace que las membranas mucosas se hinchen más que antes de que usara el aerosol.
- Durante el embarazo o al amamantar, consulte con su médico o su farmacéutico antes de usar descongestionantes.
Cuándo pedir ayuda durante el cuidado personal
Llame a un médico si cualquiera de lo siguiente ocurre mientras se cuida en el hogar:
- Nueva o mayor dificultad para respirar.
- Sibilancias nuevas.
- Tos nueva o peor.
- Los síntomas ocurren con mayor frecuencia o son más graves.
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Cómo prepararse para su cita
Usted puede ayudar al médico a diagnosticar y tratar su afección preparándose para la cita.
Información relacionada
Referencias
Citas bibliográficas
Créditos
Revisado: 31 julio, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Healthwise es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.
Revisado: 31 julio, 2024
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