Generalidades
Una fisura anal es un desgarro en el revestimiento del recto inferior (ano). Puede picar y causar dolor. Es posible que notes sangre roja brillante en el papel higiénico después de limpiarte. Se puede formar una fisura si estás estreñido e intentas evacuar heces grandes y duras o si no relajas los músculos del ano durante la evacuación del intestino.
La mayoría de las fisuras anales sanan con tratamiento en el hogar después de unos días o semanas. Tu médico puede recetarte un medicamento si presentas una fisura anal que tarde más en sanar. En casos poco frecuentes, puede ser necesaria la cirugía.
Las fisuras anales no provocan cáncer de colon ni otras enfermedades graves. Pero si tienes sangre mezclada con las heces, habla con el médico.
La atención de seguimiento es una parte clave de tu tratamiento y seguridad. Asegúrate de hacer y acudir a todas las citas, y llama a tu médico si estás teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de los exámenes y mantener una lista de los medicamentos que tomas.
¿Cómo puedes cuidarte en el hogar?
- Si el médico recetó una crema o pomada, úsala exactamente según lo recetado. Llama al médico si crees que estás teniendo un problema con tu medicamento. Recibirás más detalles sobre los medicamentos específicos recetados por el médico.
- Siéntate en unas pocas pulgadas de agua tibia (baño de asiento) 3 veces al día y después de las evacuaciones. El agua tibia ayuda a que la zona sane y alivia las molestias. No pongas jabones, sales ni champús en el agua.
- Evita el estreñimiento:
- Incluye en tu alimentación frutas, verduras, frijoles y cereales integrales todos los días. Estos alimentos tienen un alto contenido de fibra.
- Bebe mucho líquido. Si tienes una enfermedad renal, cardíaca o hepática y tienes que restringir los líquidos, habla con el médico antes de aumentar la cantidad de líquido que bebes.
- Haz algo de ejercicio todos los días. Aumenta la cantidad de ejercicio lentamente hasta llegar a hacer entre 30 y 60 minutos al día 5 o más días a la semana.
- Toma un suplemento de fibra, como Benefiber o Metamucil, todos los días si lo necesitas. Lee y sigue todas las indicaciones de la etiqueta.
- Usa el baño cuando sientas la necesidad. O cuando puedas, fija un horario cada día para evacuar el intestino. Una rutina diaria puede ayudar. Tómate tu tiempo y no te esfuerces cuando estés evacuando el intestino. Pero no te sientes en el inodoro por más de 10 minutos.
- Apoya los pies sobre un banquito cuando te sientes en el inodoro. Esto ayuda a flexionar las caderas y coloca la pelvis en una posición de cuclillas.
- El médico puede recomendarte un laxante de venta libre como Miralax, Milk of Magnesia o Ex-Lax. Lee y sigue todas las instrucciones de la etiqueta y no uses estos medicamentos a largo plazo.
- No uses pomadas ni cremas de venta libre sin hablar antes con el médico. Es posible que algunos de estos preparados no ayuden.
- Usa toallitas húmedas para bebés o almohadillas medicinales, como Preparation H o Tucks, en lugar de papel higiénico para limpiarte después de defecar. Estos productos no irritan el ano.
- Sé prudente con los medicamentos. Lee y sigue todas las indicaciones de la etiqueta.
- Si el médico te recetó un analgésico, tómalo según las indicaciones.
- Si no estás tomando un analgésico recetado, pregúntale al médico si puedes tomar uno de venta libre.
¿Cuándo debes pedir ayuda?
Llama al médico ahora mismo o busca atención médica inmediata si:
- Tienes dolor nuevo o peor.
- Tienes sangrado nuevo o peor del recto.
Presta especial atención a los cambios en tu salud y asegúrate de comunicarte con el médico si:
- Tienes problemas para evacuar el intestino.
- No mejoras como se esperaba.
¿Dónde puede encontrar más información en inglés?
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Revisado: 19 octubre, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
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