Instrucciones de cuidado
Si su hijo tiene sobrepeso, es posible que el médico le recomiende que haga cambios en los hábitos alimentarios y de ejercicio de su familia. Un niño que pesa demasiado podría desarrollar problemas graves de salud. Éstos incluyen presión arterial alta, colesterol alto y diabetes tipo 2. Una dieta saludable y más ejercicio pueden ayudar a su hijo a tener una mejor salud y más energía para que pueda desempeñarse mejor en la escuela y disfrutar más actividades.
Es importante saber que no es necesario hacer grandes cambios a la vez. Los cambios llevan tiempo. Empiece haciendo pequeños cambios en los hábitos alimentarios y de ejercicio como familia. Las dietas para bajar de peso no son recomendables para la mayoría de los niños. La mejor forma de ayudar a su hijo a mantener un peso saludable es aumentar su nivel de actividad.
Si tiene preguntas acerca de cómo hacer cambios en los hábitos alimentarios familiares, consulte a su médico acerca de ver a un dietista registrado. Un dietista puede ayudarles a usted y a su hijo a desarrollar hábitos alimentarios más sanos.
La atención de seguimiento es una parte clave del tratamiento y la seguridad de su hijo. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas, y llame a su médico si su hijo está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de los exámenes de su hijo y mantener una lista de los medicamentos que toma.
¿Cómo puede cuidar de su hijo en el hogar?
- Coman juntos en familia con la mayor frecuencia posible. Haga que las comidas familiares sean un momento divertido y positivo.
- Sirva comidas y refrigerios programados con regularidad.
- Usted es responsable de planificar qué alimentos se servirán y a qué hora serán las comidas. Su hijo es responsable de decidir cuánto comerá.
- Limite las sodas y otras bebidas edulcoradas. Haga que su hijo beba agua cuando tenga sed. Dele leche semidescremada o descremada con las comidas.
- Ofrezca muchas frutas y verduras todos los días. Los niños entre 2 y 8 años de edad deben consumir 1 a 1 ½ tazas de verduras y 1 a 1 ½ tazas de frutas cada día. Los niños entre 9 y 18 años de edad deben consumir 2 a 3 tazas de verduras y 1 ½ a 2 tazas de frutas cada día. Puede parecer mucho, pero alcanzar esta meta no es difícil. Por ejemplo, añada algo de fruta en el cereal del desayuno de su hijo y ponga tiras de zanahoria en el almuerzo de su hijo.
- Ofrézcale refrigerios saludables, como verduras con un dip bajo en grasa, barras de queso y una fruta, o palomitas de maíz con poca grasa.
- Haga que la actividad física sea una parte de la vida diaria de su familia. Los especialistas recomiendan que los adolescentes y los niños estén activos al menos 1 hora todos los días. Pueden estar activos en bloques más cortos de tiempo que sumen 1 hora o más cada día.
- Camine con su hijo para hacer recados o para ir a la parada del autobús o a la escuela.
- Monten en bicicleta en familia.
- Asígnele tareas diarias, semanales o mensuales a cada miembro de la familia, como limpiar la casa, desmalezar el jardín o lavar el automóvil.
- Ayude a su hijo a elegir ejercicios que 3 días a la semana:
- Le hagan respirar más fuerte y que le aceleren los latidos del corazón.
- Le fortalezcan los músculos. Por ejemplo, podría participar en juegos recreativos o levantar pesas.
- Le fortalezcan los huesos. Por ejemplo, podría correr, saltar la cuerda o jugar al básquetbol.
- Limite el tiempo para la televisión, los videojuegos o la computadora.
- No ponga un televisor en la habitación de su hijo.
- Dé un buen ejemplo. Practique hábitos de alimentación y ejercicios que quiera que su hijo tenga.
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Revisado: 30 abril, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
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