Chuparse el dedo pulgar en niños: Instrucciones de cuidado

Instrucciones de cuidado

Chuparse el dedo pulgar es normal en bebés y niños pequeños. Un instinto natural de chupar hace que los bebés se chupen el dedo durante los primeros meses de vida o incluso antes del nacimiento. Los bebés también podrían chuparse otros dedos, las manos u objetos como chupetes (chupones). La mayoría de los bebés que se chupan el dedo dejan de hacerlo por sí solos entre los 3 y 6 años de edad.

A largo plazo chuparse el dedo podría provocar problemas dentales. Puede dejar los dientes del niño disparejos, o empujarlos hacia afuera y afectar el paladar. Chuparse el dedo pulgar también podría provocar problemas para hablar, que incluyen cecear y sacar la lengua al hablar. Los niños que se chupan el dedo con frecuencia después de los 4 ó 5 años corren el riesgo de tener estos problemas.

¿Cómo puede cuidar de su hijo en el hogar?

Generalmente, no se intenta el tratamiento en el hogar para ayudar a que un niño deje de chuparse el dedo hasta los 4 años. Aún entonces, la mayoría de los médicos lo recomiendan sólo si chuparse el dedo pulgar se hace con frecuencia e intensidad. A continuación, encontrará algunas medidas que puede tomar cuando su hijo tenga alrededor de 4 años y algunas medidas más firmes para cuando su hijo pueda tener un rol más activo en dejar el hábito.

Primeras medidas

• Dele más atención y distraiga a su hijo con actividades divertidas.
• Limite los lugares y los horarios para chuparse el dedo. Por ejemplo, pídale a su hijo que lo haga solamente cuando esté en su habitación.
• Guarde los artículos, como las mantas, que su hijo asocie con chuparse el dedo. Al principio, guarde estos artículos durante períodos cortos del día. A medida que su hijo aprenda otras formas de reconfortarse, aumente gradualmente el tiempo que no podrá tener estos artículos.

Medidas posteriores

• Háblele a su hijo acerca de los efectos dañinos de chuparse el dedo.
• Póngale guantes en las manos o envuélvale el pulgar con una venda adhesiva o un paño. Explíquele que el guante, la venda o el paño no son un castigo sino que están allí para recordarle que no debe chuparse el dedo.
• Utilice un sistema de recompensas, como colocar estrellas en un calendario para registrar cada día que su hijo no se chupe el dedo. Después de cumplir con una cantidad de días acordados, celebre el éxito de su hijo.
• Aplíquele un esmalte de uñas especial, no tóxico de sabor amargo, como Thum. Aplíquelo sobre la uña del pulgar (o la uña de los dedos de la mano) por la mañana, antes de acostarse y siempre que vea que su hijo se chupe el dedo. Este tratamiento es más exitoso cuando se combina con un sistema de recompensas.

Cosas para recordar

• No le saque el dedo de la boca cuando su hijo esté despierto. Puede sacárselo después de que se duerma.
• Muéstrese imparcial y calmado al hablar del hábito de chuparse el dedo con su hijo. No lo castigue ni lo avergüence por chuparse el dedo.
• No permita que otras personas se burlen de su hijo.