¿Qué es?
Un trasplante fecal es un procedimiento para restablecer bacterias saludables en el intestino grueso (colon). Las bacterias saludables de las heces de un donante se preparan y luego se le introducen a usted en el colon.
¿Por qué se hace?
Un trasplante fecal suele hacerse para tratar una infección equilibrando las bacterias beneficiosas y perjudiciales en el colon.
El colon normalmente contiene una mezcla de bacterias. Parte de la mezcla son bacterias buenas que mantienen sano el colon. No causan enfermedades. Pero cuando usted toma un antibiótico para eliminar las bacterias malas, el medicamento también puede eliminar las bacterias buenas. Sin las bacterias buenas, las bacterias malas como Clostridioides difficile (también llamada C. diff) pueden causar enfermedad grave. La C. diff puede causar diarrea, fiebre y cólicos abdominales.
¿Cómo se hace?
Primero, se guardan las heces de un donante y luego se procesan para el trasplante.
Antes del trasplante, el médico podría pedirle que haga algunas cosas para prepararse. Podría tener que hacer una dieta líquida. Podría pedirle que deje de tomar ciertos medicamentos. Su médico también podría indicarle que tome un laxante u otro medicamento para vaciar el colon.
Hay varias maneras de introducir las heces del donante en el colon. La más común es con una colonoscopia. Pero también puede hacerse tomando cápsulas, por medio de un enema o a través de una sonda nasal. A veces, se usa más de un método.
Si no usa cápsulas, el trasplante se hace en el consultorio de un médico, una clínica o un hospital. Podrían darle medicación para ayudarle a relajarse.
En una colonoscopia, el médico mueve un tubo delgado e iluminado por el colon. Al retirarse el tubo, se introducen las heces en el colon.
Si las heces se introducen en el colon con un enema, usted seguirá recostado por varios minutos.
Si usa cápsulas, usted las tomará en su casa por un período de unos pocos días. Siga las indicaciones de su médico acerca de cuándo y cómo tomarlas.
Después del trasplante, tal vez tenga algo de malestar, como cólicos o abotagamiento. Estos síntomas deberían irse por sí solos. Dígale a su médico si estos persisten o empeoran. También hay una pequeña probabilidad de contraer una nueva infección de las heces del donante.
La atención de seguimiento es una parte clave de su tratamiento y seguridad. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas, y llame a su médico si está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de sus exámenes y mantener una lista de los medicamentos que toma.