¿Qué es un dispositivo de acceso vascular central?
Un dispositivo de acceso vascular central (CVAD, por sus siglas en inglés) es un tubo delgado y flexible. También se conoce como vía central. Se utiliza cuando usted necesita recibir medicamentos, líquidos, nutrientes o productos sanguíneos durante varias semanas o más tiempo. Los líquidos se administran a través del CVAD para que lleguen rápidamente al torrente sanguíneo. La vía puede usarse muchas veces, de modo que no lo pincharán con una aguja cada vez.
Un CVAD se coloca a través de la piel en una vena, a menudo en el cuello, el pecho, el brazo o la ingle. El punto por donde sale de la piel se conoce como sitio de salida. Por lo general, unas 12 pulgadas (30.5 cm) de la vía permanecen fuera del cuerpo. Pero, a veces, el CVAD está completamente por debajo de la piel. La vía puede tener dos o tres extremos para que usted pueda recibir más de un medicamento a la vez. Estos extremos se llaman luces. El extremo de cada luz está cubierto por un tapón.
Pautas generales
- Trate de mantener seco el sitio de salida. Cuando se duche, cubra el sitio con un material impermeable, como una envoltura de plástico. Asegúrese de cubrir tanto el sitio de salida como el o los tapones.
- Nunca toque el extremo abierto de la vía si no tiene el tapón puesto.
- Nunca use tijeras, cuchillos, alfileres ni otros objetos filosos cerca de la vía u otros tubos.
- Si tiene una abrazadera, manténgalo sujetado con esta cuando no lo esté usando.
- Fíjelo o sujételo con cinta adhesiva a su cuerpo para evitar que se jale o quede colgando.
- Evite prendas de vestir que lo rocen o jalen.
- Evite doblarlo o pellizcarlo.
- Lávese siempre las manos antes de tocarse la vía.
- Revíselo todos los días para detectar señales de infección. Estas incluyen dolor, sensibilidad, hinchazón, secreción, pus, enrojecimiento o calor en el sitio de salida o cerca de este.
Cómo purgar la vía
Un dispositivo de acceso vascular central (CVAD, por sus siglas en inglés) debe purgarse tan a menudo como se lo indique el médico, para mantenerlo libre de sangre y evitar la formación de coágulos de sangre. Si termina en más de una vía (luz), púrguelas en el mismo orden cada vez. Según el tipo que tenga, deberá purgarlo ya sea con heparina o solución salina. Es probable que el médico o la enfermera le proporcione suministros y le dé instrucciones sobre cómo purgarlo. Una enfermera podría ir a su hogar y ayudarle al principio.
Lo usual es que purgue la vía mientras está acostado. Esto ayuda a prevenir que entre aire en su vena.
Preparación de la jeringa o la cánula
- Asegúrese de tener preparados todos los suministros. Estos podrían ser heparina o solución salina, jeringas, cánulas para inyección sin aguja, hisopos de algodón con alcohol y una caja para desechos. Los materiales que necesite dependerán del tipo que usted tenga. Podría usar jeringas que ya vienen con la solución (precargadas).
- Lávese las manos con agua y jabón por entre 15 y 30 segundos. Séqueselas con toallas de papel.
- Limpie el tapón del frasco de heparina o solución salina con una toallita antiséptica por entre 15 y 30 segundos.
- Retire el capuchón de la jeringa y coloque la aguja o la cánula en ella. (Es posible que ya esté colocada).
- Retire el capuchón de la aguja o la cánula. Nota: Si ya tiene una jeringa precargada, pase a la sección siguiente "Purgamiento de la vía".
- Tire hacia atrás el émbolo de la jeringa y llénela con una cantidad de aire equivalente a la cantidad de heparina o solución salina que está usando.
- Introduzca la aguja o la cánula en el tapón de goma del envase de solución salina.
- Empuje el émbolo de la jeringa para introducir aire en el envase.
- Invierta el frasco y la jeringa. Coloque la punta de la aguja o la cánula de modo que quede por debajo de la superficie del líquido contenido en el envase. Tire del émbolo para llenar la jeringa con la cantidad necesaria de solución.
- Antes de sacar la aguja o la cánula del frasco, revise si el líquido de la jeringa tiene burbujas de aire. Si las hay, empuje el émbolo para liberar el líquido dentro del frasco y vuelva a repetir la operación.
- Retire la aguja o la cánula del envase.
- Llene más jeringas si necesita purgar más de una luz.
Purgamiento de la vía
- Use un hisopo de algodón con alcohol para limpiar el tapón de la vía que desea purgar. Frótelo de 15 a 30 segundos y luego déjelo secar.
- Sostenga el extremo de la vía de modo que no toque nada.
- Si tiene una abrazadera en la vía, ábrala.
- Inyecte la heparina lentamente o inyecte la solución salina rápidamente. Si hay resistencia, interrumpa el purgamiento. No la fuerce. Llame a su médico.
- Si tiene una abrazadera en la vía, sujétela con esta al terminar la inyección y luego retire la jeringa. Si la vía tiene una tapa de presión positiva, retire la jeringa y luego cierre la vía con la abrazadera.
- Bote la jeringa en el recipiente especial de desechos.
- Repita los pasos anteriores para cada vía que purgue.
- Lávese las manos otra vez con jabón.
Cómo cambiar el tapón
Usted tiene que cambiar el tapón en cada luz con una frecuencia de 3 a 7 días, o toda vez que pierda, o siga las indicaciones del fabricante.
- Lávese las manos con agua y jabón por entre 15 y 30 segundos. Séqueselas con toallas de papel.
- Si hay una abrazadera en la luz, asegúrese de que esté cerrada.
- Retire el tapón nuevo del envase. Afloje la protección ubicada en el extremo del tapón nuevo, pero no la quite.
- Sostenga la luz con una mano. Con la otra mano:
- Limpie el tapón tal como se lo recomiende el equipo de atención de salud.
- Retire el tapón viejo y déjelo a un lado.
- Limpie el extremo de la luz según las instrucciones.
- Retire la protección del tapón nuevo.
- Enrosque el tapón nuevo en su lugar.
- Repita estos pasos con cada luz.
¿Cuándo debe pedir ayuda?
Llame al 911 en cualquier momento que considere que necesita atención de urgencia. Por ejemplo, llame si:
- Se desmayó (perdió el conocimiento).
- Tiene serias dificultades para respirar.
- Tiene dolor repentino en el pecho y falta de aire, o tose sangre.
- Tiene el pulso rápido o irregular.
Llame a su médico ahora mismo o busque atención médica inmediata si:
- Tiene señales de infección, tales como:
- Aumento del dolor, la hinchazón, el enrojecimiento o la temperatura.
- Vetas rojizas que salen del sitio de salida.
- Pus o sangre que sale del sitio de salida.
- Fiebre.
- Tiene fiebre o escalofríos.
- Tiene hinchazón en la cara, el pecho, el cuello o el brazo, del lado en que está colocada la vía central.
- Tiene señales de un coágulo de sangre (trombo), como venas abultadas cerca de la vía.
- Hay una pérdida (escape) en la vía central.
- Siente resistencia cuando inyecta medicamentos o líquidos en la vía.
- La vía central no está en su lugar. Esto podría ocurrir después de una tos fuerte o vómito, o si tira de la vía central.
Preste especial atención a cualquier cambio en su salud y asegúrese de comunicarse con su médico si:
- Tiene inquietudes acerca de la vía central.
La atención de seguimiento es una parte clave de su tratamiento y seguridad. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas, y llame a su médico si está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de sus exámenes y mantener una lista de los medicamentos que toma.
¿Dónde puede encontrar más información en inglés?
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Revisado: 31 julio, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
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