Aprenda sobre los problemas para tragar

¿Qué son los problemas para tragar?

Ciertos problemas de salud que afectan el sistema nervioso pueden causar problemas para tragar. Estas afecciones incluyen ataque cerebral, esclerosis lateral amiotrófica (también conocida como la enfermedad de Lou Gehrig o ALS, por sus siglas en inglés), la enfermedad de Parkinson y la esclerosis múltiple. Es posible que los músculos y los nervios que ayudan a mover la comida por la garganta y el esófago no funcionen bien. Masas, como tumores cancerosos, y otros problemas con el esófago también pueden dar dificultad para tragar. El esófago es el conducto que va de la garganta al estómago.

¿Cómo se diagnostican los problemas para tragar?

Un médico o un terapeuta del habla lo examinarán para ver si tiene problemas para tragar. Pueden hacerle pruebas de deglución (deglutir significa tragar) para revisar lo bien que le funcionan los músculos de la garganta. Para estas pruebas, usted traga un líquido especial que ayuda al médico a observarle la garganta y el esófago en una radiografía o una pantalla de video.

Otras pruebas usan un tubo delgado y flexible llamado endoscopio para revisar si tiene problemas en el esófago. El médico le introduce el endoscopio por la boca y lo hace pasar por la garganta para observarle el esófago.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de problemas para tragar pueden incluir:

• Problemas para tragar alimentos o líquidos en un primer intento.
• Tener arcadas, atragantarse o toser al tragar.
• Los alimentos o los líquidos vuelven hacia arriba por la garganta, la boca o la nariz después de haberlos tragado.
• Sentir como si tuviera atorados los alimentos o los líquidos en alguna parte de la garganta o en el pecho.
• Dolor al tragar.

¿Cómo se tratan los problemas para tragar?

Cómo se tratan los problemas para tragar depende de la causa. Los objetivos principales del tratamiento serán ayudarle a comer y tragar en forma segura y a recibir buena nutrición. Esto es importante para su salud y calidad de vida.

Es posible que aprenda ejercicios para entrenar los músculos de la garganta a fin de que trabajen juntos para que pueda tragar mejor. Aprender maneras determinadas de ponerse comida en la boca o de posicionar la cabeza mientras come también puede ayudar.

Su médico o un terapeuta del habla pueden recomendarle cambios en la dieta para que le sea más fácil tragar. Tal vez tenga que evitar ciertos alimentos o líquidos. También es posible que necesite cambiar el espesor de los alimentos o los líquidos en su alimentación.

Para comer y tragar en forma segura, siga todas las instrucciones que reciba de su médico o terapeuta. Estas ideas pueden ayudar:

• Siéntese erguido al comer, beber y tomar pastillas.
• Tome pequeños bocados de comida. Mastique completamente y trague antes de tomar otro bocado.
• Tome pequeños sorbos de líquidos. Mantenga el líquido en la boca mientras se prepara para tragar.
• Si comer lo cansa, haga sus comidas más pequeñas pero coma con más frecuencia.
• Si tose o se atraganta, inclínese hacia adelante y mantenga el mentón hacia abajo mientras tose.