¿Qué es una convulsión?
Las convulsiones son la respuesta del cuerpo a la actividad eléctrica anormal en el cerebro. Algunos bebés pueden tenerlas en las semanas posteriores al nacimiento. Un recién nacido puede tener una convulsión por varias razones. La falta de oxígeno en el cerebro del bebé es una razón común. También lo es una infección.
¿Cuáles son las señales?
Algunas señales de una convulsión pueden parecerse a los movimientos normales de un recién nacido. Si un movimiento se repite o continúa durante varios minutos, puede ser una señal de una convulsión.
El médico puede realizar una prueba para asegurarse de que su bebé está teniendo convulsiones. Esta prueba puede ser una electroencefalografía (EEG). O la prueba puede ser una electroencefalografía integrada por amplitud (aEEG).
Las señales de una convulsión en un recién nacido incluyen:
- Músculos que se sacuden de una forma rítmica que no se detiene cuando se sujeta el brazo o la pierna.
- Rigidez de los músculos durante unos segundos o minutos.
- Cabeza girada hacia un lado.
- Ojos girados hacia un lado o en blanco.
- Parpadeo o aleteo de los párpados.
- Mirada fija.
- Movimientos de la boca. Estos pueden incluir chupar, chasquear, masticar y sacar la lengua.
- Movimientos corporales inusuales. Estos movimientos pueden parecerse a remar, nadar, pedalear, retorcerse o forcejear.
- Pausas en la respiración.
Si cree que su bebé puede estar teniendo una convulsión, llame al médico de inmediato. Llame al 911 o a otros servicios de emergencia si su bebé también tiene fiebre, movimientos que duran 10 minutos o más, o un cambio en el color o la respiración.