¿Qué es una malformación de Chiari?
Una malformación de Chiari es una anomalía en la base de la cabeza donde se unen el cerebro y la médula espinal. Normalmente, el cerebro descansa sobre una abertura en el cráneo por donde pasa la médula espinal. Cuando un niño tiene una malformación de Chiari, una parte pequeña del cerebro del niño es empujada por la abertura. Esto ejerce presión sobre el cerebro y puede provocar dolores de cabeza, dolor de cuello y otros problemas.
Una malformación de Chiari es un problema congénito. Esto significa que un bebé nace con ella. Un bebé que nace con este problema también puede nacer con otros problemas.
¿Cuáles son los síntomas?
Un bebé que nació con una malformación de Chiari tal vez no tenga síntomas. Puede detectarse durante un estudio por imágenes, como una resonancia magnética, mientras se busca otra cosa. Y podría no descubrirse hasta cuando su hijo sea mayor.
Si hay síntomas presentes, podrían incluir:
- Dolor en la cabeza y el cuello. Un bebé puede estar irritable o llorar mucho.
- Debilidad muscular.
- Espasmos musculares.
- Problemas para comer y aumento de peso más lento de lo normal.
- Problemas para tragar o ronquera.
- Escoliosis.
- Apnea del sueño.
Su hijo puede tener otros síntomas como problemas de equilibrio, mareo y visión borrosa o doble. Su hijo también puede tener entumecimiento y hormigueo en las manos y los pies.
¿Cómo se trata?
Si su hijo no tiene ningún síntoma, por lo general no se necesita tratamiento. Si su hijo tiene dolor, podrían darle un analgésico. O bien, su médico podría recomendar operar. El objetivo de la cirugía es aliviar la presión y crear más espacio cerca de la base del cráneo.
La atención de seguimiento es una parte clave del tratamiento y la seguridad de su hijo. Asegúrese de hacer y acudir a todas las citas, y llame a su médico si su hijo está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de los exámenes de su hijo y mantener una lista de los medicamentos que toma.